Fin del Impuesto PAIS: ¿cómo quedaron ahora las compras de bienes y servicios del exterior?

Tras cinco años de vigencia, caducó el impuesto que se aplicaba sobre compras en el exterior o servicios extranjeros. ¿Cómo impacta en distintas áreas? Todo lo que hay que saber.

A esta altura del año, en la que todo va tomando un poco más de ritmo y forma, suele haber dos grandes preocupaciones en la cabeza de los argentinos y argentinas: las altas temperaturas del verano y qué sucede con la cotización del dólar. Es sobre este segundo factor que nos vamos a detener a hablar en profundidad.

Para eso, tenemos que empezar por un dato que quizás no muchos tuvieron en cuenta o, incluso, desconocen: el 23 de diciembre del año pasado, con navidad ya a la vuelta de la esquina, el Gobierno encabezado por Javier Milei decidió no extender el Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria, más conocido como Impuesto PAIS.

Este tributo especial estuvo activo durante cinco años y su característica principal era agregar un nuevo impuesto a todas las operaciones que se realicen en moneda extranjera. En una economía globalizada y con el rápido acceso al mundo web, este impuesto terminaba afectando a muchos más rubros de lo que se creía. Desde plataformas de streaming, compra de ropa o turismo, los sectores alcanzados son varios.

Es por eso que, en este artículo vamos a analizar cómo quedó la compra de bienes y servicios en el exterior y su impacto en nuestro resumen de tarjeta. Además, vamos a repasar algunas industrias que se pueden ver beneficiadas con esta medida que, sin dudas, fue una de las promesas de campaña del gobierno de Milei.

¿Qué pasa ahora con las compras de bienes y servicios en el exterior?

Tal y como dijimos, el impacto que tiene la eliminación del impuesto PAIS es mucho más grande de lo que uno pudiera llegar a imaginar en un principio. Para empezar, se reduce de 60% a 30% el gravamen aplicado a las compras en el exterior, la utilización de servicios extranjeros o la compra de dólares para ahorrar.

Ese 60% estaba compuesto por el 30% del impuesto PAIS y el 30% de la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y Bienes Personales. Ahora, solo se aplicará el 30% correspondiente a la segunda medida. Ahora bien, en lo que refiere a suscripciones de servicios digitales como plataformas de streaming, el impacto es menor, ya que se reduce en un 5%.

Es por eso que esta medida puede impactar en distintos sectores. Por ejemplo, si tenemos en cuenta a uno de los booms de internet del momento, como es el caso de los casinos online, muchos usuarios quieren jugar en pesos argentinos sin pagar impuestos. Si bien la eliminación del impuesto PAIS puede ser una buena señal, lo cierto es que para lograrlo tienen que jugar en casinos que estén registrados en Argentina y permitan operar directamente en pesos nacionales.

En el caso de las cada vez más populares plataformas de streaming, en cambio, se puede hablar de una reducción en el precio, aunque no tan significativa como se podía imaginar en un principio. Para algunos, se trata de una medida que no va a cambiar  demasiado al ecosistema de servicios y plataformas digitales, mientras que para otros, al menos, estamos empezando un camino de mayor normalización y transparencia en las operaciones.

¿Qué pasa ahora con el turismo?

Por supuesto, al conocerse la medida económica en pleno verano, muchas personas empezaron a preguntarse sobre el impacto que pudiera llegar a tener tanto en el turismo en general como en sus propias vacaciones. Y, en este caso, podemos hablar de dos campanas bastante contrapuestas.

La eliminación del Impuesto PAIS anunciada por el Gobierno, permite que aquellas personas que viajen al exterior tengan menores costos, ya que la reducción de ese 30% de impuestos ayuda a que el peso argentino sea más competitivo con otras divisas internacionales, como es el caso del dólar, el real o el euro.

Ahora bien, como contraparte de ello, muchos sectores del rubro hotelero nacional lanzaron su queja al respecto. Después de todo, los turistas argentinos van a verse mayormente tentados a ir al exterior, afectando a uno de los rubros que más trabajo genera a lo largo y ancho del país. Esta temporada, en ese sentido, ya empezó a alimentar el debate y la polémica.

¿Y qué pasa con las importaciones?

Dejando un poco atrás la cuestión del consumo y pensando también en las implicancias productivas, cabe recordar que el impuesto PAIS también aplicaba un gravamen del 7,5% para toda importación de bienes. Solamente estaban excluidos los bienes esenciales o algunos materiales específicos para la obra pública.

Ahora, con la eliminación de la alícuota, es más económico y, por consecuencia, más conveniente importar distintos productos. Esto puede ser visto desde diversas perspectivas: por un lado, los precios del mercado pueden reducirse y crear una mayor competencia que beneficia al usuario. Por el otro, la golpeada industria nacional puede correr con una mayor desventaja.

Además, distintos especialistas en economía y finanzas advirtieron sobre el impacto que esta medida puede llegar a tener sobre las reservas del Banco Central. Al abrirse mayores importaciones, la demanda de divisas por parte del sector productivo puede terminar golpeando en la cotización de la moneda.

Una mirada sobre la recaudación

Por otro lado, no se debe pasar por alto que el impuesto PAIS significaba una interesante fuente de ingresos para el Estado. De acuerdo a distintos cálculos realizados en base a números presentados por ARCA (ex AFIP), la eliminación de este impuesto puede terminar golpeando en un 1,1% del Producto Bruto Interno (PBI).

En épocas de vacas flacas como la actual, ese monto es un lujo que nadie puede permitirse, por lo que ya se empezó a barajar distintas opciones para que el impacto sobre la recaudación no sea tan importante. Entre las más destacadas, se habla de cambios en el impuesto a las ganancias, así como otro leiv motiv del Gobierno: la reducción del gasto público.

Pasando en limpio

Dicho todo esto, queda claro que la reciente eliminación del impuesto PAIS no debe tomarse solamente como una medida intrascendente o liviana, ya que tiene un fuerte impacto en la economía en su conjunto. Desde las cuentas personales de las personas hasta la recaudación integral del Estado se ven afectadas por la no renovación de esta alícuota a las operaciones con divisas extranjeras.

Es por eso que debe entenderse como un fenómeno con múltiples aristas que, por un lado, puede contentar a un grupo de la población, entre los que se pueden encontrar los turistas que viajan al extranjero o aquellos que se dedican a importar bienes y servicios. Ahora bien, para el turismo local o las pymes argentinas, esa competencia de igual a igual con el exterior puede ser vista de forma negativa.

En cuanto a las transacciones cotidianas, la reducción en el impuesto favorece a las compras en el exterior o a las plataformas de servicios digitales que tienen base en el extranjero. Las plataformas de streaming, música o almacenamiento digital son solo algunas de las más conocidas en este mundo digital e hiperconectado.

Sin embargo, tal y como hemos comentado, el Gobierno deberá encontrar nuevas maneras de suplantar el peso que tenía este impuesto en las arcas nacionales. Tras cinco años de vigencia, se había convertido en una fuente de ingresos más que interesante para poder hacer frente a distintas responsabilidades y gastos del Estado.

De esta manera, el 2025 se presentará como un año más que desafiante para la administración de Javier Milei, ya que deberá reordenar las fuentes de recaudación del Estado teniendo en cuenta, al mismo tiempo, que ya ingresamos en año electoral. ¿Qué medidas creés que se aproximan en el futuro cercano?